Conocemos la pobreza como un estado de existencia en el cual una persona no tiene cubiertas las necesidades básicas. 

Cuando hablamos de pobreza, por lo general la enlazamos al ámbito económico. Sin embargo, también se debe tomar en cuenta que interviene más allá de la dimensión económica, la pobreza mina otros derechos fundamentales como la dignidad o la autoestima, ambas impiden el ejercicio de las libertades individuales.

La pobreza no entiende de edades, el índice de pobreza infantil no ha cesado en las últimas décadas, pese a los esfuerzos por frenarla. Según Unicef