Hay muchos niños que necesitan un tratamiento específico para su correcto desarrollo pero sus familias no tienen los recursos para costear las sesiones requeridas. Es entonces cuando aparece la solidaridad de instituciones, fundaciones o particulares que quieran aportar su grano de arena. Por ello, el trabajo que viene realizando desde hace dos décadas Salud Infantil merece ser reconocido.
La Fundación Salud Infantil de Elche, que costea parte del tratamiento de hasta 16 niños con algún tipo de enfermedad, tendrá el apoyo de la Fundación Esperanza Pertusa. Salud Infantil nació en 1997 con el objetivo de evitar que una anomalía o trastorno produzca un deterioro en el desarrollo de un niño. Cuenta con diversas unidades para terapia infantil, talleres para padres y preparación al parto, así como un Centro de Atención Temprana para atender a 70 usuarios.
Los tratamientos consisten en diferentes sesiones de estimulación, fisioterapia, integración sensorial y terapia acuática para que el niño pueda desarrollar sus habilidades motrices. La familia asume, aproximadamente, el 35% del coste total de cada tratamiento, aunque al ser ofrecido por profesionales supone un desembolso muy importante.
Fernando Vargas, presidente de Salud Infantil, afirma que no existe “ningún tipo de exclusividad” a la hora de tratar a un niño. “Lo que nosotros hacemos es ofrecer los recursos de los que disponemos, y ya que la familia decida. Las posibilidades de evolución de un niño patológico de este tipo varían muchísimo dependiendo del diagnóstico, del estado y de la situación o patología del niño. Por eso le estamos dedicando muchísima atención y muchos recursos al Programa de Prevención”, afirma.
En cuanto a los talleres, el presidente de la fundación diferencia entre dos programas: “En primer lugar, el de la atención específica a la familia de un niño patológico. Esto es súper positivo porque la familia se da cuenta del trabajo que se está haciendo y pueden replicarlo ellos luego en su domicilio”.
El segundo programa está más enfocado al ámbito formativo: “Por otro lado están los talleres de formación a las familias mediante sesiones grupales sobre nutrición, comportamientos sociales de los niños, respeto al medio ambiente”.
Los más pequeños de la casa son los que consiguen dibujarnos la sonrisa en el rostro, hacer más llevadera la jornada y pasar con ellos los mejores momentos del día. Desde la Fundación Esperanza Pertusa queremos poner nuestro granito de arena para que estos niños tengan las mismas oportunidades que el resto y seguir siendo día tras día la alegría de la casa.